martes, 23 de diciembre de 2014

Edimburgo, una ciudad encantada



19 de enero 2013, Edimburgo

Como habíamos planeado, dedicamos el día al Castillo de Edimburgo. Había nevado por la noche y la mañana estaba realmente helada. El castillo se en encuentra ubicado sobre un volcán extinguido y tiene una basta historia de asedios, traiciones, construcciones y demoliciones. En rigor, el “Castillo” tuvo muy poco de residencia real, aunque sí mucho, de fortaleza militar.

Entrada al Castillo de Edimburgo
Los museos dedicados a la historia militar de los soldados escoces durante la primera y la segunda guerra, son muy interesantes si te interesa el tema... parráfo aparte merecen las joyas de la corona de Escocia, incluyendo la mítica "piedra del destino" cuyo simbolismo se teje con antiguas leyendas... y otras historias mucho más recientes con matices proféticos, que dejan en evidencia la centenaria rivalidad entre las naciones inglesa y escocesa. El museo del castillo está muy producido para el turismo, con abundantes  referencias, información y puestas escenográfica. A las 13 en punto, un cañón, dispara para festejo de los turistas que tratamos de captar la fugacidad del show desde nuestras cámaras y celulares. Finalmente, cabe señalar que, desde lo alto, la vista de Edimburgo, es imponente y justifica, por sí sola, la visita.

Edimburgo desde el Castillo

Luego de cuatro horas de recorrer pasadizos y escaleras, recovecos y gifts shops, bajamod por la Royal Mile hasta la residencia de la reina. Era ya tarde para ingresar, asi que decidimos hacer un breve recorrido por la entrada, comer algo de comida rapida en un KFC y realizar una caminata por la zona comercial.


The Royal Mile
Rose Street, iluminada
En invierno anochece a las 5 de la tarde en estas latitudes, por lo que mientras comenzaba una suave nevizca, caminamos por la Rose Street y sus elegantes tiendas, admirando las flores de piedra sobre los adoquines y las pequeñas luces que guiaron nuestro regreso al hotel.
Adoquines decorativos en Rose Street
20 de enero, Edimburgo

Dado que el pronóstico anunciaba un día muy inestable - finalmente no fue tan asi- decidimos permanecer en Edimburgo para realizar un city tour a pie en español con Sandemans, lo cual nos habían recomendado. Resultó que el paseo de casi cuatro horas fue muy divertido y pasó volando pese a que se nos congelaban manos y pies incluso haciendo gala de nuestra experiencia en inviernos de montaña.
Iglesia de St. Giles, escenario de antiguas luchas religiosas
La visita arrancó en la Iglesia dr St. Giles, los llevo luego por callejones y pasadizos, el Grass Market y la historia de Maggie Dickens, el cementerio, con las tenebrosas historias del abogado "Bloody Mackenzie"... al parecer, hay tanto evento sobrenatural en Edimburgo que hasta la prestigiosa universidad se dedica a estudiar estas cuestiones y el ayuntamiento decidió poner candados en ciertas áreas. Creer o no, es arena de otro costal... pero sin duda el nevado cementerio con las centenarias y masónicas lápidas de piedra, cubiertas de nieve y musgo, es un excelente escenario para vender un tour nocturno propio de una noche de halloween.

Cementerio de Greyfriars


Caminando por Edimburgo


Vista panorámica de la ciudad de Edimburgo
El recorrido se cierra sobre un callejón con relatos sobrelos delitos vinculados al tráfico de cadáveres para su estudio en la universidad... y la increíble historia de la "Piedra del Destino" que habíamos visto ayer en el castillo.
El corazón sobre los adoquines,
señala el antiguo sitio de la horca en donde se realizaban las ejecuciones públicas.

Finalizado el city tour, con las energías que nos quedaban, vistamos el National Museum of Scotland en donde entre sus extensa colección, nos impresionó especialmente la sección dedicada a la historia de la tecnología... y la famosísima oveja Dolly, embalsamada en una vitrina giratoria, rodeada de pantallas touch con información general y encuestas "bioéticas" sobre las modernas técnicas de clonación.

La famosa oveja Dolly

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